Ingredientes:
- 10 g de levadura fresca de pan.
- 130 ml de leche templada.
- 25 g de azúcar.
- ¼ de cucharadita de sal, aproximadamente.
- 8 ml de extracto de vainilla o una vaina abierta por la mitad.
- 10 g de leche condensada.
- ½ huevo semibatido. (28 g más o menos)
- 120 g harina de fuerza. (Harina de pan)
- 15 g de manteca de cerdo.
- Aceite de girasol.
- Chocolate negro.
- Chocolate blanco.
- Crema pastelera.
Preparación:
- Templamos la leche en el microondas hasta alcanzar unos 30-35º C. Mayor temperatura eliminaría el efecto de la levadura, en vez de incrementarlo que es lo que se pretende. Disolvemos la levadura en la leche y la echamos en un cuenco grande.
- Añadimos el azúcar, la sal, la vainilla, leche condensada y el huevo semibatido. Batimos un poco y añadimos la harina de fuerza poco a poco. Removemos bien con una cuchara de madera hasta que no tenga grumos. Añadimos el resto de la harina, removiendo con una cuchara de madera. Amasamos.
- La masa debe quedar blandita y ligeramente pegajosa. Añadimos la manteca y seguimos amasando hasta que se despegue con relativa facilidad de las paredes del cuenco. En cualquier caso, no es una masa como la de un brioche, es una masa más pegajosa. Si se desea puede añadirse algo más de harina pero muy poca.
- Envolvemos en película de cocina e introducimos en el frigorífico un mínimo de 12 horas, mejor 24 o más. Pasado el tiempo enharinamos suficientemente la superficie de trabajo y las manos. Cogemos porciones poco a poco, estiramos con un rodillo hasta un espesor de ½ cm o menos.
- Con ayuda de un vaso o cortapastas cortamos en círculos. Freímos en abundante aceite de girasol (mejor en un cazo o freidora no eléctrica para que puedan flotar) a una temperatura de unos 180º C. A los pocos segundos de echarlos empezarán a hinchar de modo considerable, ahuecándose por dentro, sobre todo si los hemos dejado reposar suficientemente. Cuando vemos que empieza a tostarse le damos la vuelta y freímos por el otro lado.
- Retiramos y ponemos sobre un plato con papel absorbente. A diferencia de unos buñuelos, absorbe muy poco aceite.
- Una vez hayamos acabado, rellenamos los bollos haciendo una pequeña incisión con una manga pastelera de boca fina con la crema pastelera. Lo rellenamos como más nos guste.
- Para la cobertura fundimos los chocolates en el microondas, sólo unos segundos, en varias tandas y hasta que veamos que se funden fácilmente removiendo con una espátula. Trabajamos sobre una superficie lisa hasta que alcance la temperatura de templado: entre 30-32º C. Cuando haya alcanzado esa temperatura cubrimos los bollos primero una capa de chocolate negro y luego decoraciones al gusto con el chocolate blanco. Dejamos que tome un poco de consistencia y listo.
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